viernes, 22 de abril de 2011
Volviéndome salvaje adentro
mientras ella bailaba con extraños en clubes nocturnos,
fuera de los brazos de un amor
y ya en los brazos de otra.
No es placentero morir en la cruz,
más placentero es escuchar tu nombre susurrado en
la oscuridad.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario