No me gustaba, pero así era como había terminado yo. ARRUINADA. No, arruinada no. VACÍA, llena de
nada. Y así iba a seguir si los males caían de nuevo juntos, pero la cosa es que morir y resucitar todo el tiempo, ya se me hacían rutina. Yo olvidaba, pero no avanzaba, ¿qué me pasaba?. Y las ideas así, DE LA NADA, empezaron a brotar, una a otra, para
renacer, para poder
VIVIR DE NUEVO.
0 comentarios:
Publicar un comentario